La fuente del
elefante es un monumento realizado por el arquitecto Giovanni Vaccarini en el
ámbito de reconstrucción de la ciudad después del terremoto de 1693, situado en
el centro de la plaza de la catedral de Catania.
El “Liotru”, el
elefantito negro de roca lávica que se impone como singular elemento de la
fuente, es el símbolo oficial de la ciudad, así declarado en 1239.
Origen del elefante
Hasta hoy no se
ha podido hacer una exacta reconstrucción de su origen y son escasas las
noticias sobre los lugares de permanencia antes de ser colocado en la fuente.
La historia del “Liotru” está envuelta en el misterio, ya partiendo de su
nombre, que derivaría del nombre del mago Eliodoro que lo cabalgó. Cuenta la
leyenda que el mago habría construido el elefante con lava del volcán Etna a través de
sus poderes mágicos, con el fin de poder realizar viajes de Catania a
Constantinopla.
El elefante, modelo berniniano
La información
certera es que el elefante negro, junto al obelisco que porta en el lomo fueron
restaurados, según Vaccarini, siguiendo el modelo de Bernini del Elefante de Minerva, en Roma. El obelisco es probablemente originario de Egipto y fue
llevado a Catania en época de las cruzadas. Mide 3,61 metros de alto, de
granito y de forma octogonal. Lleva incisiones jeroglíficas que recuerdan a la
divinidad Iside, venerada durante la dominación romana. A ambos lados, el
elefante lleva una placa de mármol con el escudo de Santa Ágata, patrona de
Catania.
En la base en
donde se apoya el elefante hay dos esculturas que representan los ríos
sicilianos Simeto y Amenano. Se cree que la escultura del elefante ha querido
representar la civilización púnica, egipcia y cristiana.
Sucesivamente, el
elefante ha sido incorporado en el escudo municipal, en el de la Universidad y
hoy es principal mascota de sociedades deportivas locales, como el equipo de
fútbol de Catania.
Un dicho local
señala a los cataneses provenientes de la ciudad como “macca liotru” (marca
elefante), en oposición a los provenientes de la provincia.