viernes, 27 de enero de 2012

Los panes de Sicilia


Cada provincia siciliana y, a veces, cada pueblo se caracterizan por un determinado tipo de pan que se distingue por sus diferentes formas, colores, aromas y sabores.

Harina de trigo, agua, sal, leudado natural y horno de leña. Pocos y buenos ingredientes son la base del pan que hoy, para distinguirlo del más refinado, lo llamamos casero, pero que decenios atrás era solo “el” pan.

Pani travagghiatu, pan trabajado en dialecto siciliano, comúnmente preparado por las mujeres como alimento para los hombres que trabajaban en el campo; envuelto en una tela de algodón podía durar hasta una semana. Pan sagrado, que no se ponía jamás boca abajo, ni era desperdiciado; pan marcado con una cruz, fuente de nutrición y símbolo de la cultura del campo.

En la provincia de Enna todavía se puede encontrar la vastedda, preparada según la tradición, sin levadura de cerveza. En Piazza Armerina se puede comen el típico vastidduni, de miga compacta y corteza gruesa y crocante. En Niscemi, provincia de Caltanissetta, el pan casero tiene una forma particular, como un par de alas abierto, que lo hace inconfundible. En la zona de Palermo se encuentra la vaconza, producida con sémola y ahuecada; se puede considerar parienta de la pagnotta, pan típico de Sicilia occidental que se consume especialmente en el día de todos los Muertos o para la Inmaculada, relleno con ricota fresca, aceite de oliva, queso y sardinas. En Palermo es muy apreciado el pan de Monreal, de forma alargada y recubierto de semillas de sésamo. En el sudeste de la isla, en la zona de los montes Iblei, es muy difundido un pan realizado con sémola, muy poca agua y largamente amasado. El resultado es una miga blanda, suave, compacta y muy blanca.

Pan negro de Castelvetrano, provincia de Trapani
En forma de vastedda (redondo), de corteza dura y oscura, este pan negro tiene algunas particularidades. En primer lugar no se utiliza solo el grano duro siciliano, sino también la tumminia, un antiguo cereal local, utilizado in forma integral y molido a piedra, lo cual le confiere un color oscuro y un característico aroma tostado. En segundo lugar, la cocción, que llega después de una larguísimo leudado, con el fuego apagado. El horno de piedra calentado previamente, llega a los 300 °C. Con la llama apagada se introduce el pan, el cual estará cocido cuando se enfríe el horno.

Redondos, alargados, con bordes dentados, ahuecados en el centro, más o menos tiernos; de cualquier forma, pero el pan siempre está presente en la mesa de los sicilianos.

miércoles, 25 de enero de 2012

Palermo: la fuente Pretoria


Es uno de los lugares más sugestivos de Palermo, tal vez porque está escondida entre los palacios antiguos del centro histórico, o tal vez por la imponencia de esta fuente que aparece de imprevisto a los ojos de los curiosos.
Pasando los Quatro Canti, en dirección a la estación central, se escucha el rumor de la fuente Pretoria, símbolo de la capital siciliana y que, desde su realización, ha dado que hablar.
La fuente realizada en mármol de Carrara era destinada a Luigi Di Toledo, un noble florentino, que en 1552 se la había encargado al escultor Francesco Camilliani.

Por motivos económicos, la fuente Pretoria se vendió en 1573 al Senado de Palermo y llegó a la ciudad en piezas que fueron adaptadas para su posicionamiento en Plaza Pretoria.
La fuente es de planta elíptica y estructura piramidal, dividida en cuatro sectores por medio de escalinatas. Sobre su planta se podía caminar, pero hoy ha sido cerrado el paso al público y está circundada por rejas de hierro.

En el centro de la fuente se encuentran tres fuentes concéntricas con un juego de agua, que es volcada desde arriba por un candelabro sostenido por un Baco. En los bordes de las fuentes hay grupos de esculturas que representan divinidades romanas y etruscas. En cada sector del nivel inferior hay una fuente con una figura alegórica que representan, cada una, los cuatro ríos de la ciudad de Palermo: Papireto, Oreto, Maredolce y Gabriele.

La fuente Pretoria es llamada la “fuente de la vergüenza” por la desnudez de las esculturas que en el 1600 ofendían el sentido del pudor.
Una leyenda cuenta que las monjas de un convento de clausura que da sobre la plaza, disgustadas por la obscenidad de las estatuas, destruyeron los genitales para eliminar las “vergüenzas”.

lunes, 23 de enero de 2012

La fiesta de Santa Ágata


Procesión de Santa Ágata
Todos los años, del 3 al 5 de febrero Catania dedica a Santa Ágata, patrona de la ciudad, una gran fiesta. La ciudad se paraliza y los cataneses se vuelcan a las calles, noche y día, dando vida a la fiesta religiosa más importante de la ciudad, en donde se mezclan cultura y religión. 
Un féretro de plata “a vara”, con un busto que contiene las reliquias de la Santa, es incansablemente seguido en procesión por centenares de ciudadanos “devotos”, vestidos con el tradicional “sacco” (túnica blanca, cofia negra, pañuelo y guantes blancos) agrupados en dos cordones humanos. La “vara” es seguida por once “candelore”, altas columnas de madera que representan las corporaciones de las artes y oficios de la ciudad.

La historia de Santa Ágata
Ágata nace en una familia noble catanesa de religión cristiana, en el año 230. En aquel momento Catania era dominada por los romanos que perseguían bárbaramente a quienes profesaran el cristianismo, motivo por el cual la familia de Ágata vivía su fe en silencio. No obstante las dificultades, Ágata decide consagrarse a Dios. Quirino, procónsul de la ciudad, le ordenó renegar de su fe, lo cual ella no aceptó; fue sometida a torturas físicas, hasta morir en la cárcel el día 5 de febrero del año 251.

El 5 de febrero, el día de Santa Ágata, se celebra la misa pontificia, a la que asisten los obispos de toda Sicilia. El féretro, que el primer día se cubrió de claveles rojos que simbolizan el martirio, ahora se cubre de claveles blancos, símbolo de pureza. Después de la misa, comienza “il giro” de la ciudad que culmina al día siguiente con fuegos artificiales sobre el mar.
Tres días de culto, de devoción, de folclore y de tradición que, dicen, solo se pueden comparar a la Semana Santa de Sevilla, España y a la fiesta del Corpus Domini en Cuzco, Perú.

jueves, 19 de enero de 2012

Milo: ciudad de la música y el vino


Vista desde Milo
 De todas las ciudades sobre el Jónico, Milo, en la provincia de Catania es la que goza de la más amplia vista al mar, a 750 metros de altura. Desde la plaza Belvedere se puede ver Taormina y Calabria al nordeste y el golfo de Catania y Augusta hacia el sudoeste. Detrás, el Etna, con sus densos humos y penachos de sus últimas y no poco frecuentes erupciones.

Este pequeño pueblo de apenas 1000 habitantes, inmerso en el verde de bosques de robles y castaños, ha creado un ambiente verdaderamente único. Su posición en altura y panorámica hace que sea muy visitada en verano, cuando se escapa del calor de la ciudad. Allí, el aire refrescante, el paisaje maravilloso y las atracciones culturales sorprenden al turista, sobre todo, por tratarse de un pueblo tan pequeño.
Milo es una de las localidades más altas del Etna, lo que ha hecho que sus viñedos y sus bosques fueran “visitados” varias veces por la señora de la casa: la lava. Parece extraño, pero el Etna está en el espíritu de los habitantes, temido y amado por su doble cara. De un lado la fertilidad del terreno, la abundancia de agua mineral y la belleza del paisaje; del otro, la montaña (como llaman los lugareños al Etna) que señala los límites: hasta dónde se puede llegar, qué zona habitar y cómo y qué construir.

Visitar Milo en verano
Milo en verano
En los meses de verano Milo ofrece una nutrida agenda, con manifestaciones que se repiten año a año. Una de ellas es la noche de agosto dedicada a la Venere di Milo, histórico concurso de belleza, acompañado de espectáculos musicales y desfiles de modas. Entre julio y agosto hay un concurso de obras teatrales, que se desarrollan ya sea en el teatro municipal, en el anfiteatro al aire libre o en la plaza Belvedere. Al ganador le es asignado el premio Angelo Musco.
También en estos meses se presenta el festival MusicaMilo, cada semana dedicado a un tipo de música: desde la típica música siciliana hasta tangos y música clásica; siempre con músicos y conjuntos en vivo.
El Etna desde Milo
En septiembre, la ViniMilo despide el verano. En esta ocasión se presentan todos los productores de vino locales, con stands, visitas guiadas y degustaciones.
Llegado el invierno, Milo, a veces, se cubre de nieve; pero no faltan los concursos, la música y el festejo de las tradiciones.
No faltan iniciativas que, aún durante los meses invernales, visitar Milo sea un placer.

martes, 17 de enero de 2012

El carnaval de Acireale: 26 de enero al 12 de febrero de 2013


El carnaval de Acireale es uno de los más antiguos de Sicilia. La plaza del centro histórico y las calles aledañas, llenas de máscaras, papel picado, luces, flores y música, son el marco ideal para el desfile de carrozas que con ingenio y fantasía construyen los artesanos locales.

Significado del carnaval
El carnaval es el período festivo que precede al ayuno de la cuaresma en los países de tradición católica. Se ha creído por mucho tiempo que el origen del término carnaval fuera derivado del italiano carnevale (carne levare, retirar la carne). El significado más difundido es que el carnaval representa una adaptación cristiana de antiguas ceremonias paganas.

Historia del carnaval de Acireale
El carnaval  en la ciudad de Acireale, según algunos documentos, comenzó a festejarse a finales del siglo XVI. Un documento del 1612 prueba que durante el carnaval el juego habitual era tirar naranjas y limones. En el siglo XVII apareció una máscara con características bien definidas: l’Abbatazzu o Pueta Minutizzu. La persona que llevaba la máscara representaba a nobles o eclesiásticos, portaba un gran libro que fingía leer y decía frases satíricas. En el 1693, después del trágico terremoto, se prohibió el carnaval, el cual resurgiría en el ‘700. A partir del siglo XVIII aparecen otras máscaras como los Baruni que satirizaban a la aristocracia. En el siglo XIX comienzan a desfilar las carrozas de los nobles que lanzaban a la gente confites multicolores. En 1880 se construyen los primeros carros con materiales como papel, agua (la “cartapesta”), y a partir del 1930 se transforman en carrozas “infiorati”, esto es, realizadas íntegramente con flores naturales.

La fiesta del carnaval
Se realizan concursos en los cuales se registran distintas categorías de carrozas: 

a)      Carros alegórico-grotescos: dotados de movimientos mecánicos e hidráulicos e iluminación computarizada. Hay puntos fijos de exhibición en donde las carrozas dan el gran espectáculo abriéndose y redoblando sus dimensiones en largo y alto. El momento del despliegue es acompañado de música, con continuos juegos de luces, cambios de escenografía y efectos especiales. Esta es la categoría de las carrozas realizadas con “cartapesta”.

b)      Carros “infiorati”: de igual modo dotados de alta tecnología, pero en vez de la “cartapesta”, se utilizan flores naturales.

Carrozas realizadas con flores
El carnaval de Acireale es de interés nacional y llegan turistas no solo de Sicilia, sino del resto de Italia y otros tantos países.

sábado, 14 de enero de 2012

Gagliano Castelferrato: la ilusión de un pueblo


Historia y leyenda se mezclan alrededor de este pequeño pueblo de la provincia de Enna, claro ejemplo de la capacidad del hombre de “modelar” la naturaleza con el objetivo de hacerla habitable y defensiva.
Ver hoy esta población de apenas 4.000 habitantes, no explica su historia tan intensa. Desde la antigüedad Gagliano ha participado de los acontecimientos más importantes de Sicilia. Por su posición estratégica, entre el Val di Noto y el Val Demone, era llamada la “puerta de los Erei”, lugar de intercambio de mercadería, pasaje obligado de mercaderes y peregrinos, centro de comercio, tierra de armas y de agricultura.

Terminada la Segunda Guerra Mundial, como para todos los pueblos del interior de Sicilia, el bienestar económico era un sueño. Miles de habitantes decidieron emigrar a Alemania, Suiza, Bélgica y Holanda. En los años ’60, cuando se comenzaron a explotar las riquezas, en Gagliano se encontraron petróleo y gas. Parecía ser el momento del despegue. En 1962, el presidente del ENI (Ente Nacional de Hidrocarburos) habló a la población gaglianese. Un discurso memorable, que aún hoy muchos recuerdan con emoción: “Llamad a vuestros hombres, que vuelvan de cualquier país extranjero en donde se encuentren, y díganles que finalmente hay trabajo”.
Fue el inicio de un sueño que duró pocas horas. Ese mismo día, el avión privado en el que viajaba el presidente del ENI, se precipitó en la zona de Pavía.

En la actualidad, el pueblo de Gagliano, para avanzar debe mirar atrás en la búsqueda de la cultura de un tiempo; se regresó al trabajo artesanal, a la agricultura, a trabajar de nuevo con la miel, con el cereal y las almendras; se retomó la cría de ganado bovino y ovino y se comenzaron a producir salames, quesos, mermeladas y licores.

jueves, 12 de enero de 2012

El castaño de los cien caballos: el árbol más viejo y grande de Europa


Sucesivos estudios botánicos han establecido la edad del castaño en más de 2000 años, siendo su circunferencia de 52 metros.
El enorme árbol se encuentra a dos kilómetros de  la localidad de Sant’ Alfio, en la provincia de Catania. A 550 metros de altitud, a mitad de camino entre los refugios más altos del volcán Etna y el mar Jónico y dentro del Parque regional del Etna se yergue imponente el castaño reconocido por la UNESCO como “Monumento mensajero de paz”.
El castaño de los cien caballos debe su nombre a una leyenda que narra que, durante un temporal, el árbol sirvió de refugio a una reina, Juana I de Angiò y a sus cien caballeros.
Las noticias históricas del castaño datan del 1500, cuando Piero Carrera (1571-1647) en su obra “Il Mongibello” menciona a un castaño capaz de albergar pastores, ovejas y cabras en su tronco ahuecado por la naturaleza.
Entre los siglos XVIII y XIX el castaño se convirtió en parada obligatoria para turistas y artistas europeos, que han dejado como recuerdo, escritos y pinturas del patriarca de los árboles.
Edmundo De Amicis, autor del libro “Corazón”, en su “Recuerdo de un viaje a Sicilia” describe así al castaño: 
“…y ya terminando este encantador viaje se desemboca de cara al mar, desde donde se ve sobre el candor de la nieve etnea, el desmesurado castaño de los cien caballos y la belleza soberana de Taormina, casi suspendida en el azul del cielo… ¡oh divina Sicilia!”

martes, 10 de enero de 2012

Salina: la isla volcánica de “El cartero”, de Antonio Skármeta


Desde el punto de vista geográfico Salina se encuentra en el centro del archipiélago de las Eólicas o Eolias, posición estratégica para poder, desde allí, visitar las otras islas.
Salina es la segunda de las islas en extensión, con 28 kilómetros cuadrados, tres municipios (Santa María, Malfa y Leni) y 2300 habitantes. Es la única isla del archipiélago que no depende administrativamente de Lipari.
De origen volcánico, como todas las islas Eólicas, Salina nace de la fusión de seis volcanes. Los griegos la llamaban Didyme, gemela, porque de lejos parecían dos islas debido a la altura de dos de los volcanes apagados con su característica forma cónica. El nombre moderno de Salina deriva de la extracción de sal de uno de sus lagos.
Salina no tiene playas de arena blanca; la más frecuentada es Pollara, de arena negra. El resto de las playas son pedregosas.
El ambiente de Pollara es tranquilo y ofrece espectáculos naturales como “Il Perciato”, un inmenso arco de piedra visible desde la zona de “Le Balate”, playa a la cual se puede llegar solo por una escalinata de piedra desde donde se disfruta de un fascinante paisaje, elegido como uno de los lugares de filmación de “El cartero”. La novela de Antonio Skármeta publicada en 1986 y filmada en 1994 representa un testamento espiritual de Massimo Troisi (en el papel del cartero), quien muere de un ataque al corazón al otro día de haber terminado la filmación.
Salina es la más verde de las islas y la única con agua dulce. Abundan los pinos, castaños, robles, alcaparras (hoy producto de exportación) y una rara variedad de uva, la malvasia, de la cual se obtiene un vino muy dulce.

sábado, 7 de enero de 2012

La cebolla de Giarratana


En Giarratana, provincia de Ragusa, se produce una cebolla con características únicas. De forma redonda y achatada, con pulpa blanca, carnosa, muy dulce y aromática. Los bulbos, cada uno de por lo menos medio kilo, son de color blanco amarillento.
Cultivada en Oriente, 3.000 años atrás, era la base de la alimentación de los egipcios y fue introducida en Sicilia por los griegos.
En los valles calcáreos del altiplano ibleo, la cultivación de la cebolla encuentra las condiciones ideales. Se siembra a fines de octubre, se transplanta en febrero y se cosecha en julio para luego dejar secar sus bulbos al sol.


Cada año en Giarratana, en la vigilia de Ferragosto, se celebra la sagra (fiesta de la cebolla) que promueve la comercialización y el consumo a través de la degustación. Para esta ocasión, las calles del pueblo se llenan de stands en donde la cebolla es cocinada y servida en todas las versiones posibles, acompañada de quesos típicos y el vino local Nerod’Avola.
Por su dulzu ra es excelente en ensaladas combinada con otras verduras o sola, simplemente con aceite de oliva y sal. Es el ingrediente principal de la “scaccia” ragusana y es deliciosa a la parrilla o al horno, acompañando carnes y pescados.

La “scaccia”: el fast food ragusano
Símbolo de la cocina pobre de los años difíciles, debe su suerte al redescubrimiento del horno a leña. La “scaccia” es una focaccia crocante, interiormente tierna y sabrosa. El relleno típico es la cebolla de Giarratana tiernizada, mezclada con tomate, queso pecorino y perejil; como también habas, ricota y caciocavallo o berenjenas fritas, albahaca y queso. La masa preparada con harina de trigo, levadura, agua, aceite de oliva y sal, se rellena, se cierra en semicírculo o en rectángulo y se cocina en horno a leña. Con variantes que cambian de provincia en provincia, es un bocado para saborear a cualquier hora, al mejor estilo fast food.

jueves, 5 de enero de 2012

Historia de Sicilia (I)


Gruta de Addura, Palermo
Historia antigua
La historia de Sicilia es rica y compleja, muchas veces confusa y constantemente violenta. Ha sido una historia de ocupaciones y dominaciones extranjeras.
Los primeros indicios históricos corresponden al período paleolítico: pinturas en la grutade Addaura, cerca de Palermo.
Durante el período neolítico, poblaciones de agricultores emigraron hacia el Mediterráneo oriental, estableciéndose en el este de Sicilia y en las islas Eólicas.
Existían tres etnias pertenecientes a diferentes grupos: elimi, sicani y siculi. La Sicilia oriental fue poblada por los siculi, el centro por los sicani y el occidente por los elimi; siendo no indoeuropeos los dos últimos y probablemente indoeuropeos los primeros.

El período griego
Los griegos fundaron su primera colonia en el año 735 a.C. en Nasso, posición estratégica sobre el estrecho de Messina. Un año después los Corintios se asentaron en Siracusa. En los dos siglos siguientes los griegos colonizaron gran parte de Sicilia oriental y meridional. Mientras tanto, grupos de fenicios habían establecido su centro comercial en la Sicilia occidental, en Mozia, cerca de Palermo. Los intereses de los dos pueblos, inevitablemente se encontraron.
Los griegos tenían interés en expandirse. En el siglo V a.C. Siracusa dominaba la Sicilia oriental y desafió a los cartagineses, quienes en la parte occidental de la isla habían tomado el lugar de los fenicios. Dos siglos más tarde, guiado por potentes monarcas como Gerone y Dionisio, el poder de Siracusa llegó hasta el norte de África. Fue la última vez en la historia que los sicilianos pudieron gobernarse por sí solos.

La conquista romana
Siracusa no fue tan afortunada durante la segunda Guerra Púnica (218-201 a.C.), siendo saqueada por los romanos. A medida que el Imperio Romano se extendía, Sicilia perdía importancia hasta convertirse solo en una especie de provincia que proveía el cereal, el aceite y el vino a toda Roma.
La isla fue administrada por funcionarios corruptos y de mano dura. La situación mejoró con la llegada de Augusto que la convirtió en lugar de caza y de vacaciones para los romanos ricos. La estupenda villa de Piazza Armerina, construida en el 300 d.C., da una idea de cómo los Romanos vivieron en Sicilia. En el siglo V Sicilia, como el resto de Italia, fue invadida por los bárbaros: vándalos del norte de África y los Ostrogodos guiados por Teodorico. En el 533 la isla es conquistada por los Bizantinos y en el 663 el emperador Costanzo II transfirió su corte de Constantinopla a Siracusa, aunque por un corto período ya que en el 668 fue asesinado.

La isla de Ortigia: corazón de Siracusa


Con apenas un kilómetro cuadrado, Ortigia, es el núcleo más antiguo de Siracusa, centro que por mucho tiempo fue cuna de la cultura y sede del poder en el Mediterráneo, la “ciudad ideal” de Platón y la primera ciudad griega de Sicilia.
En esta isla, conectada por un puente a tierra firme, sobran testigos de un lejano pasado, abarrotada de arquitectura griega, barroca y clásica, inmersa en un laberinto de callejuelas y escalinatas. Tan estrechas son sus callecitas, que casi se pierde de vista el mar, el cual baña todos los ángulos de este delicioso rincón.
El centro de Ortigia es la plaza Duomo, un amplio espacio de forma irregular que, gracias a la ausencia de tráfico y a su elegante pavimento, es considerado la vidriera de la ciudad. En esta plaza, el área sacra más antigua de Siracusa, se encuentra la catedral, principal edificio de la isla realizado sobreponiendo al preexistente templo griego, en honor a Athena, la estructura cristiana. Las bases del antiguo templo son aún visibles. La fachada es netamente del barroco del ‘700. Bordeando la plaza hay elegantes palacios aristocráticos como el Beneventano del Bosco y el Vermexio, hoy sede del Municipio.
El itinerario del paseo tiene algunas paradas obligadas como la fuente de Artemide, el castillo Maniace y la fuente de Aretusa, gran pileta circular coronada de cañas de papiro.

La fuente de Aretusa
Existe un episodio histórico que ha convertido a la fuente en mitológica. Fue justamente la presencia de esta vertiente de agua dulce la que favoreció el primer asentamiento en Ortigia, en el siglo XIV a.C. Los griegos rápidamente le encontraron un origen mítico, ligándola a la ninfa Aretusa, del séquito de Artemide. A esta primera tribu indígena le siguió, en el siglo VIII una colonia de griegos provenientes de Corinto.

La ciudad creció rápidamente: apenas 70 años después de su fundación, Siracusa ya había fundado a su alrededor otras tres colonias. En un par de siglos se convirtió en una de las ciudades más poderosas del Mediterráneo y era considerada a la par de Atenas.
Si bien todos los puntos de interés arqueológico se encuentran fuera de Ortigia, en la isla son evidentes las huellas de las distintas civilizaciones, siguiendo las vicisitudes de la tormentosa historia siciliana.

lunes, 2 de enero de 2012

Castelmola: una terraza al mar


A 500 metros sobre Taormina, este pueblo medieval ofrece extraordinarias vistas: el Etna, el golfo de Naxos y el estrecho de Mesina. Castelmola es panorámica y cuando las nubes la envuelven, da la sensación de flotar en el aire.
Se encuentra a pocos minutos de Taormina, 5 kilómetros de camino sinuoso que circunda al monte Tauro. Mientras Taormina es una ciudad-vidriera, siempre de moda y llena de turistas todo el año; Castelmola se ha conservado como pequeña joya medieval, fuera del interés turístico convencional.
Hay que recorrerla a pie y con calma, disfrutando de las pocas callecitas pavimentadas, con balcones floridos, portales de piedra lávica y pequeños negocios de artesanías locales.

Qué ver en Castelmola
En el punto más elevado se encuentra los restos de un castillo del ‘500, al cual se llega subiendo los escalones que parten de la plaza “belvedere” de San Antonio; otros escalones llegan a la iglesia de San Jorge, la que ha sufrido una rotación de la nave central. Desde una pequeña terraza se tiene una magnífica visión del Etna.

Qué hacer en Castelmola
No se puede dejar de probar el vino de almendras con “piparello”, un biscocho seco, también de almendras, semejante a los “cantucci” de Siena, que se saborean mojándolos en el vino. Esta especialidad se puede disfrutar en el Bar San Giorgio, muy visitado por personajes famosos: Winston Churchill, Rockefeller, Marcelo Mastroianni, Sophia Loren y Vittorio De Sica.
Sobre la misma plaza San Antonio está también el bar Turrisi, con una decoración por demás original y llamativa: sobre las mesas, colgados en las paredes e impresos en las servilletas hay una colección de penes, que constituyen una muestra por sí solos. De formas, dimensiones y materiales completamente insólitos: una colección que nace en el siglo pasado de la pasión del abuelo del actual propietario por la mitología griega, la cual consideraba el miembro masculino como símbolo de fecundidad.

Paseo a pie de Taormina a Castelmola
Desde una escalinata que parte muy cerca de la puerta Messina de Taormina, con amplios escalones que facilitan el ascenso y regalan una experiencia inolvidable se puede llegar a Castelmola. Entre ágaves, aloes, “fichi d’India”, alcaparras y la rara Centaurea tauromenitana, con bellas flores amarillas, se llega a la necrópolis de Cocolonazzo di Mola, con numerosas tumbas y grutas artificiales. Después de aproximadamente una hora se entra a Castelmola por la puerta de los Sarracenos.

Gastón Vuillier, pintor francés, en 1895 escribió: 

“Gozo de una vista maravillosa, aunque por momentos me da vértigo”.