Sucesivos estudios botánicos han establecido la edad del castaño en más de 2000 años, siendo su circunferencia de 52 metros.
El enorme árbol se
encuentra a dos kilómetros de la localidad
de Sant’ Alfio, en la provincia de Catania. A 550 metros de altitud, a mitad de
camino entre los refugios más altos del volcán Etna y el mar Jónico y dentro del
Parque regional del Etna se yergue imponente el castaño reconocido por la
UNESCO como “Monumento mensajero de paz”.
El castaño de los cien
caballos debe su nombre a una leyenda que narra que, durante un temporal, el
árbol sirvió de refugio a una reina, Juana I de Angiò y a sus cien caballeros.
Las noticias históricas
del castaño datan del 1500, cuando Piero Carrera (1571-1647) en su obra “Il
Mongibello” menciona a un castaño capaz de albergar pastores, ovejas y cabras
en su tronco ahuecado por la naturaleza.
Entre los siglos XVIII y
XIX el castaño se convirtió en parada obligatoria para turistas y artistas
europeos, que han dejado como recuerdo, escritos y pinturas del patriarca de
los árboles.
Edmundo De Amicis, autor del libro “Corazón”, en su “Recuerdo de un viaje a
Sicilia” describe así al castaño:
“…y ya terminando este encantador viaje se desemboca de cara al mar, desde donde se ve sobre el candor de la nieve etnea, el desmesurado castaño de los cien caballos y la belleza soberana de Taormina, casi suspendida en el azul del cielo… ¡oh divina Sicilia!”
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