jueves, 15 de marzo de 2012

Las almendras: la materia prima de los dulces sicilianos


Fruta Martorana
Protagonista de la tradición gastronómica de Sicilia, la almendra es el fruto de una planta considerada sagrada por varios pueblos de la antigüedad. El almendro, en sus tres variedades cultivadas (romana, pizzuta d’Avola y fascionello) encuentra su máxima expresión en la provincia de Siracusa, en el territorio que comprende los municipios de Noto, Avola, Rosolini y Canicattì Bagni.

Las almendras de Noto se caracterizan por tener una cáscara dura y leñosa, en grado de proteger las sustancias grasas, manteniendo por largo tiempo el sabor intenso y aromático del fruto.
Los árboles de almendras se podan en septiembre y viven su período más delicado del año en el momento de la floración, que comienza ya en el mes de febrero, cuando diversas “sagras” festejan este coreográfico advenimiento.
Recogidas entre julio y agosto con métodos tradicionales (telas extendidas a los pies de los árboles y batiendo las ramas), las drupas son expuestas al sol para su secado y su posterior pelado, tostado; y trabajadas, según cada finalidad, para ser comercializadas.

Son numerosos los productos que se obtienen utilizando las almendras: turrones, granitas, leche de almendras, harina.
Un uso clásico de la pasta de almendras es para realizar la fruta Martorana: pasta modelada en diversas formas y colores. El nombre deriva de la iglesia-convento de la Martorana (o Santa María del Almirante), una joya palermitana de época normanda, cuyos sacerdotes, desde tiempos remotos, se especializaron en la producción de estos característicos dulces, emblema de toda Sicilia.

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