Fruta Martorana |
Protagonista de
la tradición gastronómica de Sicilia, la almendra es el fruto de una planta
considerada sagrada por varios pueblos de la antigüedad. El almendro, en sus
tres variedades cultivadas (romana, pizzuta d’Avola y fascionello) encuentra su
máxima expresión en la provincia de Siracusa, en el territorio que comprende los
municipios de Noto, Avola, Rosolini y Canicattì Bagni.
Las almendras de
Noto se caracterizan por tener una cáscara dura y leñosa, en grado de proteger
las sustancias grasas, manteniendo por largo tiempo el sabor intenso y
aromático del fruto.
Los árboles de
almendras se podan en septiembre y viven su período más delicado del año en el
momento de la floración, que comienza ya en el mes de febrero, cuando diversas “sagras”
festejan este coreográfico advenimiento.
Recogidas entre
julio y agosto con métodos tradicionales (telas extendidas a los pies de los
árboles y batiendo las ramas), las drupas son expuestas al sol para su secado y
su posterior pelado, tostado; y trabajadas, según cada finalidad, para ser
comercializadas.
Son numerosos los
productos que se obtienen utilizando las almendras: turrones, granitas, leche
de almendras, harina.
Un uso clásico de
la pasta de almendras es para realizar la fruta Martorana: pasta modelada en
diversas formas y colores. El nombre deriva de la iglesia-convento de la
Martorana (o Santa María del Almirante), una joya palermitana de época
normanda, cuyos sacerdotes, desde tiempos remotos, se especializaron en la
producción de estos característicos dulces, emblema de toda Sicilia.
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