La realización
del pesebre viviente entre las curvas de la calle “Barriera” -una serpenteante
ruta que une las primeras paredes rocosas del lado sur de la Cava Ispica-
permite al visitante admirar el ancho “cañón” que hace de la Cava uno de los
lugares más espectaculares de Sicilia. En este lugar, antes del terremoto de1693, se encontraba la ciudad de Spaccaforno.
El pesebre viviente
Consiste en la
representación de la vida en una gruta, como lo hacían muchas familias hasta
las primeras décadas del siglo pasado, con grandes ambientes cavados en la roca
en dónde funcionaban molinos de aceite.
De particular
interés son las representaciones de oficios, hoy desaparecidos, que involucran
a los ancianos de la ciudad y a artesanos de pueblos vecinos que, aunque sea
por pocos días, ponen a disposición del público su experiencia como testimonio
de un pasado que vive en la memoria.
Son más de 50 los
oficios y las escenas de vida representadas a lo largo de 1 Km. de recorrido.
Muy buena
recepción tiene la ricota caliente recién preparada por los pastores, así como
también la salchicha a las brasas y los “gnucchitti” (típica pasta del lugar).
Fotografía: radiortm.it
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