Centuripe, en la
provincia de Enna, goza de una posición estratégica: a 730 metros de altura y
circundada por ríos, geografía que a lo largo de los siglos ha atraído a
sículos, griegos y romanos.
Durante el
período navideño se realiza una exposición tan simple como sugestiva: pesebres
artísticos se presentan en los distintos barrios. Se trata de pesebres
artesanales que están ubicados en las calles, en viejos depósitos, en el
interior de museos, en escuelas y en iglesias.
Cada año, los
pesebres cambian; algunos tratan de embellecer lugares poco cuidados, hay
pesebres realizados con plástico reciclado, otros con piedras, uno ambientado
en un Centuripe del periodo romano y otro ambientado en época moderna, entre
rascacielos.
La solidaridad de los “centuripini”
Como la
Municipalidad no tiene recursos suficientes para la iluminación pública, los
habitantes del pueblo han comprado las luces para formar las estrellas e
iluminaron todos sus balcones.
“Centuripe nel
presepe” es candidata a formar parte de las manifestaciones regionales de
interés turístico dado el creciente número de visitantes que llegan a Centuripe
en los días próximos a la Navidad.
El “bersagliere”, dulce típico de
Centuripe
Este dulce
recubierto de chocolate, nació durante la Segunda Guerra Mundial. Se dice que
en 1943, los militares norteamericanos que llegaron al pueblo, llamados
“bersaglieri”, encontraron a las mujeres cocinando un dulce parecido al
panettone. Para demostrarse hospitalarias, las cocineras unieron esta
especialidad con lo que traían los norteamericanos: el chocolate. De aquí que
el “bersagliere” entró a formar parte de la tradición culinaria centuripina.
Fotografía: Fiorenza Nicolò
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