Para algunos mons albus, por los montes blancos cubiertos
de nieve que la circundan; para otros es al
bana, del árabe “excelente lugar” que Edrisi, en su “Libro del rey Ruggero”
describe como “una roca puesta en el
medio de las montañas, tan áspera la subida como el descenso”.
Cualquiera sea su
origen, Montalbano Elicona se presenta como uno de los centros más antiguos de
la zona de los montes Nebrodi, rica en bienes artísticos y culturales.
Está situada a
907 metros de altura, sobre el antiguo camino romano y medieval (todavía hoy
existente), que conecta la costa tirrénica con la jónica de Sicilia nororiental.
Su territorio se extiende hacia el altiplano de Argimusco (sitio megalítico),
con verdes valles y bosques milenarios, como la reserva natural del bosque de Malabotta. Del otro lado desciende hacia el mar Tirreno acompañada del perfil de
las islas Eólicas.
Las pequeñas
casas del pueblo, de evidente arquitectura medieval y testimonio de la cultura campesina
local, están colocadas sobre rocas adosadas unas a otras, creando un intrincado
dedal de pintorescas callejuelas alrededor del majestuoso castillo suabo-aragonés.
Quien visita
Montalbano Elicona queda impresionado por el silencio y la quietud que emana de
las piedras del casco antiguo y por los amplios y verdes valles que la
circundan.
Fotografía: sicilia.indettaglio.it
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