Almendros en flor |
En tiempos remotos de la isla, por su gran dimensión, por la falta de comunicaciones y por
la diferencia de clases sociales, la diversidad culinaria era una realidad
difundida. Por esto, cada zona se caracteriza por su especialidad, ligada a la
posición geográfica, al tráfico comercial y a las dominaciones extranjeras, las
que tuvieron un rol determinante.
Los griegos introdujeron el
vino, los fenicios importaron el olivo, con los bizantinos y los árabes
llegaron las especias y, con estos últimos, también el cultivo de la naranja,
el arroz y el pistacho. Demostraron cómo la nieve podía convertirse en un
helado delicioso, lo que más tarde sería la tradicional granita, que no es la
misma en ninguna localidad de la isla. Hasta el 1500 ni tomates, ni papas, ni
berenjenas, ni fico d’India podían encontrarse.
Pistachos |
Además de la
diversidad culinaria que existe en la isla, hay aún diferencias entre una
comida pobre y una comida rica. En las zonas agrícolas continúa a ser la
simplicidad el verdadero ingrediente de minestrones con legumbres, los platos a
base de hortalizas y verduras, las aceitunas en salmuera, los tomates desecados
con los cuales se realiza una excelente confitura. La carne se consumía poco,
era reservada para las fiestas. Los dulces de las mesas rurales eran hechos con
ingredientes que siguen creciendo hoy, como el pistacho de Bronte y las almendras de Avola que siempre han sido base de la refinada pastelería
siciliana: la fruta martorana, los cannoli, la cassata.
arancini |
En las grandes
ciudades, aunque se puede disfrutar de cualquier tipo de comida, se mantienen
las tradiciones populares como los arancini,
la caponata, el falsomagro (un rollo de carne relleno con huevo, queso y
jamón, le sarde a beccafico (con pinoli, limón, pasas de uva y pan
rallado) y los célebres platos de pastas.
Los platos de
pescado se comen en todas las versiones: crudo, frito, asado, con pasta.
Productos tradicionales de Sicilia
A nivel nacional,
la isla se encuentra entre los primeros lugares en el mercado de productos
típicos y tradicionales, con numerosas denominaciones DOC, DOP e IGT.
La producción
vitivinícola cuenta con el Nero d’Avola, el Malvasia de Lípari, el Moscato de
Pantelleria, el Marsala de la provincia de Trápani y los vinos del Etna.
El aceite de
oliva extra virgen se produce a partir de particulares aceitunas como las
Nocellara de Belice, las Nocellara etnea y la Tonda Iblea.
Fruta martorana |
No son menos los
quesos, cuya preparación fue una de las primeras en sostener la economía del
campo, convirtiéndose en una especialidad de gustos especiales: el piacentinu de Enna (con pimienta y
azafrán), el maiorchino de los montes
Perloritani, la provola y la vastedda, el pecorino ragusano, el primosale,
la tuma y la ricota fresca.
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