El Sátiro
danzante es una pieza de rara belleza que, según los arqueólogos, fue
transportado por un barco de mercaderes del arte que naufragaron en el mar Mediterráneo,
entre la isla de Pantelleria y Túnez, entre los siglo II y III. Algunas
hipótesis sostienen que la estatua es del siglo IV a. C y que se identifica con
el “sátiro periboetos” del célebre
escultor Prassitele, citado por Plinio el viejo.
Cabellos al
viento, cuerpo en movimiento, grandes ojos blancos, dos metros de altura y 108
kilos; el sátiro puede ser admirado hoy en la iglesia museo de San Egidio, enMazara del Vallo, provincia de Trapani.
Cuando fue
recuperada, era una estatua cubierta de limo y fango, le faltaban los brazos y
la pierna derecha. Un personaje masculino desnudo que está por dar un salto
durante una danza y, según las hipótesis, el brazo izquierdo habría estado
envuelto en piel de pantera, con una copa vacía en la mano.
Restauración del “Sátiro danzante”
Suposiciones sin
certezas, el descubrimiento de esta escultura atrajo la atención del mundo
científico y cultural. En Roma, en el Istituto
di Restauro, se la puso en pie gracias a una estructura interna de acero
formada por un asta vertical, conectada a una robusta base esférica.
En el museo de
Mazara del Vallo, el sátiro ocupa un lugar preferencial, donde el visitante lo
puede observar desde cualquier ángulo. Un proyecto piloto ha hecho posible que
la escultura también pueda ser apreciada por los no videntes. El sátiro fue
recreado en yeso y en escala reducida. El bronce fue escaneado con láser 3D,
revelando las coordinadas x, y y z, para poder formar el modelo digital. A
través de procesos de reverse engineerin (ingeniería
inversa) y de rapid prototyping (prototipado
rápido), del modelo digital se generó el modelo físico o prototipo.
Fotografía: Il sole 24 ore
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