El interior de la catedral de Siracusa conserva la
estructura original del templo de la diosa de la guerra, Atenea, en el cual se han realizado numerosas obras,
las cuales muchas veces han resistido a desastres naturales como los
terremotos.
El terremoto de 1542 destruyó el campanario de la catedral
y movió la pared lateral norte que contiene las columnas dóricas, pero no el
cielorraso de madera con vigas del mismo material, de la nave central,
construido en 1518.
Aún hoy se puede leer la fecha de su realización gracias
al extraordinario arte de trabajar y pintar la madera. Las vigas de madera
están también decoradas con escudos de familias nobles de Siracusa.
El buen estado de conservación y la legibilidad de las
figuras, en esta que es una de las pinturas en madera más antiguas de la época
medieval de Siracusa, representan elementos no comunes.
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