La isla de Ustica, situada a 57 kilómetros de Palermo, es llamada la Perla negra del
Mediterráneo por el color negro de la roca lávica. Esta roca expuesta por
milenios al trabajo del viento y el mar adquirió extrañas formas, creando
sugestivos reparos.
Cómodos aliscafos
la unen con Palermo, los que hacen posible las visitas de un día.
Ustica y el buceo
Ustica es punto
de encuentro para los amantes del buceo: cada año, a principios de julio, se
realiza una muestra internacional de actividades subacuáticas. El fondo
submarino está protegido desde hace 20 años por una ley que prohíbe la caza
submarina para favorecer la reproducción de la flora y la fauna marina, con
especies muy raras o extintas en el resto del mar Mediterráneo.
El fondo del mar
también contiene antiguas ánforas, anclas y otros restos arqueológicos, algunos
de los cuales han sido restaurados y dejados en el mismo lugar en el que fueron
encontrados. Es un verdadero parque arqueológico subacuático.
Historia de Ustica
En 1762 llegaron
cinco naves sarracenas. Los pobladores de la isla contuvieron el ataque hasta
que algunos fueron tomados prisioneros y otros fueron llevados a Túnez y
Argelia para ser intercambiados como “valiosa mercancía”. Los pocos habitantes
que lograron salvarse, lo hicieron refugiándose en botes escondidos en las
numerosas grutas marinas y fueron los encargados de avisar a Palermo lo que
estaba sucediendo. Muchos de los prisioneros eran antiguos pobladores de Lipari,
la isla más grande de las Eoles o Eólicas.
Se necesitaron
nueve años para juntar los fondos que exigía Túnez para liberar a los prisioneros,
en su mayoría “liparoti” que se encontraron con construcciones como garitas
militares, torres de guardia y un fortín (la Falconiera, hoy visible), capaces
de dar refugio en caso de otro asalto.
Ustica hoy
El pueblo domina
desde arriba, pero recién se ve cuando se llega al puerto. El piso de la plaza
central es de roca lávica y mármol blanco. Las casas están decoradas con
vistosos frescos, obras de artistas llamados especialmente a Ustica.
Altas rocas,
dentadas y negras; grutas marinas con reflejos verdes y turquesas se alternan
cuando se rodea Ustica. Terrazas y valles cubiertos de huertas y viñedos;
campos cultivados de alcaparras y lentejas completan este paradisíaco paisaje.
Ustica es una isla increíble para todo tipo de experiencias, ¡especialmente para aventuras submarinas! Me encantó mi tiempo buceando en la Grotta dei Gamberi (https://dive.site/explore/site/grotta-dei-gamberi-32BM), ¡un lugar tan emocionante!
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