El 11 de
noviembre se recuerda al obispo de Tours, conocido como San Martín de Tours. Su
humildad y actos de caridad dieron vida a varias leyendas, una de las cuales
está ligada con el estate di San Martino
(verano de San Martín), el cual se manifiesta, en sentido meteorológico, a
comienzos de noviembre dando lugar a tradicionales fiestas populares en toda Sicilia.
La leyenda de San Martino
Cuenta la leyenda
que Martín, hijo de un oficial del ejército romano, a causa de una ordenanza
de la época, debió convertirse en soldado. Un frío día de otoño se encontraba
con sus soldados en la entrada de la ciudad de Amiens, cuando encontró un
mendigo semidesnudo. Impulsivamente cortó en dos su capa militar para
compartirla con el mendigo. Milagrosamente el frío disminuyó y apareció el sol:
este fue el primer verano de San Martín.
La fiesta del vino “novello”
El verano de San
Martín se asocia simbólicamente a la “maduración del vino nuevo”, ocasión que
se festeja brindando y destapando los vinos recién madurados. Muchas bodegas regionales abren sus puertas para ofrecer una degustación.
El 11 de
noviembre es una buena ocasión para saborear las clásicas caldarroste, el pan casero y los dulces típicos de esta fiesta. En
la zona de Palermo se comen unos bizcochos (u
viscottu di San Martino abbagnatu) de forma redonda y
aromatizados con semillas de anís, los cuales se “mojan” en vino moscato.
Existen diferentes tipos de estos dulces: el tricotto, crocante y frito, destinado a ser “mojado”; el rasco, masa tierna embebida en licor y
rellena con ricota; y el bizcocho decorado, rociado con azúcar y pintado con
chocolate.
Fotografía: ww2.raccontidifata.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario