martes, 14 de agosto de 2012

La Vía Crociferi de Catania


Via Crociferi
A pasos de la Catedral y de la Plaza Central se encuentra la Vía Crociferi, la calle barroca por excelencia, expresión de la influencia de las órdenes religiosas del 700 (en 200 metros hay cuatro iglesias) y una de las más bellas de la ciudad de Catania.
Después del terremoto de 1693 el antiguo trazado fue radicalmente modificado por una inigualable exhibición de fachadas y fantasiosas figuras.

Paseando por la calle Crociferi
El recorrido comienza en el arco de San Benedetto, pasaje cubierto cuya tradición cuenta que fue construido en una sola noche de 1704 para comunicar la iglesia de San Benedetto y la Abadía Mayor a la Abadía Menor, todas dependencias del monasterio de las monjas benedictinas.
La iglesia de San Benedetto  es uno de los lugares simbólicos de la festividad religiosa de Catania: durante la celebración en honor a la patrona de la ciudad, Santa Ágata, la procesión se congrega en la puerta de esta iglesia para asistir al sugestivo canto de las monjas del convento.

Más adelante se encuentran la iglesia de San Francisco Borgia y el antiguo Colegio de los jesuitas (hoy sede del Instituto de Arte de Catania). El edificio fue famoso en toda Sicilia como la residencia más hermosa de los jesuitas, con un amplio patio, rodeado de galerías, dueño de un piso con un exclusivo diseño en piedra lávica y calcárea.
Enfrente se encuentra la iglesia de San Giuliano con una fachada convexa que sugiere la organización octogonal del perímetro.
Después de pasar la calle Sangiuliano, a la izquierda, se encuentra el Monasterio de los Padres Crucíferos y al final de la calle se puede admirar el espléndido portón de la entrada de la Villa Cerami (actualmente sede de la Facultad de Derecho).

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