sábado, 5 de enero de 2013

Erice, en el extremo oeste de la provincia de Trapani


Sobre el monte Eryx a 751 metros de altura, en una posición geográfica excepcional, Erice mantiene intacto su aspecto medieval: desde las calles a los muros de piedra que protegen los patios con flores en donde se desarrolla la vida familiar, da sensación de estar inmerso en un pasado remoto. Entre un gris y otro se descubren testimonios de una época, del barroco de un balcón al gótico de la catedral, de la arquitectura normanda a las líneas del ‘400. Y todo, con frecuencia, en una atmósfera envuelta por la niebla que completa un encantador paisaje.

Erice, castillo de Vénere
El panorama es fantástico desde cualquier ubicación: por un lado Trapani con sus salinas y las islas Egadi, más al sur, Marsala y la isla Pantelleria, y si el día es claro se llega a ver hasta Cabo Bon en Túnez, el cual dista solo 170 km de Erice. Del otro lado el mar Tirreno con el golfo de Castellammare, la costa que llega hasta San Vito lo Capo y más lejos la isla Ustica.

La planta urbana es de forma triangular, delimitada en el oeste por una muralla interrumpida por torreones y tres puertas normandas: Spada, del Carmine y Trapani.
Al sudeste de la ciudad se encuentra el bellísimo jardín del Balio, dentro del cual está el castillo Pepoli, construido en época normanda y modificado varias veces hasta convertirlo en villa.
Pero el castillo más importante es el de Vénere: una típica fortaleza medieval construida en el lugar en donde debería estar el santuario de Venere Ericina.

Erice posee más de 60 iglesias, algunas de las cuales son monumentos arquitectónicas y otras testimonio histórico como las iglesias de San Martino, San Cataldo, San Giuliano y San Giovanni Battista.
La iglesia de San Giuliano fue construida por los normandos en el año 1000 y transformada en el siglo XVII. Presenta una particular fachada de piedra y hoy funciona como centro cultural.

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