lunes, 19 de marzo de 2012

Fiesta de San José


Con suculentos banquetes para ofrecer a los pobres, procesiones y hogueras, los sicilianos renuevan cada 19 de marzo la devoción por el humilde Santo.

Trabajador incansable, protector de los pobres y huérfanos, la figura de San José encarna los valores más auténticos y genuinos de la vida familiar y cotidiana. Debajo de su manto protector, los sicilianos se refugian desde hace siglos en una de las figuras más amadas de la tradición cristiana.

La devoción por San José
Con la devoción se renueva el mito de Deméter, diosa de la agricultura y los cultivos, que para festejar el regreso a la tierra de la hija Perséfone, cada año restituía a la naturaleza sus colores, donándole los frutos y las flores. Agradecidos por los dones recibidos, la gente de Sicilia celebra a la diosa, adornando majestuosos altares con panes y perfumadas hojas de laurel y mirto.
Hoy, los antiguos ritos paganos de propiciación de la abundancia se han transformado en ceremonias religiosas que celebran la prosperidad y las gracias recibidas.

Los altares de San José
En las plazas y en los hogares sicilianos, se ve la imagen de San José rodeado de comida, símbolo típico de la tradición cristiana. Los altares están adornados con panes, verdaderas esculturas de las más variadas formas, cuya preparación, por tradición, corresponde a las mujeres.
El pan es un alimento simple y humilde, pero fundamental, símbolo por excelencia de la economía agrícola, de la abundancia y la providencia, y por esto es asociado al Santo que representa la simpleza y la humildad.

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