La Gioconda de
Leonardo da Vinci no es la única pintura con su inescrutable aura de misterio:
la célebre figura femenina de inquietante sonrisa, que “no sonríe”, tiene un
homólogo en el museo Mandralisca, en Cefalù, provincia de Palermo: “l’Ignoto”
de Antonello da Messina.
El escritor Leonardo Sciascia escribía: “En Sicilia
el juego de las semejanzas es un instrumento delicado y sensible, un
instrumento de conocimiento…”
¿A quién se parece
el “Hombre desconocido” del museo Mandralisca? ¿Al mafioso del campo o a aquel
de barrios altos, al diputado de derecha o al de izquierda, al campesino o al
príncipe? Es imposible establecer la condición social y la humanidad del
personaje. ¿Es un noble o un plebeyo? ¿Un hombre honesto o un haragán? ¿Un
pintor, un poeta o un sicario? Imposible.
Se asemeja, eso
es todo.
Fotografía: digilander.libero.it
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