Del 12 al 14 de
agosto se realiza el Palio de los normandos, evento en memoria de la expulsión de los árabes por
el conde Ruggero, que termina con la
fiesta de la Virgen de las Victorias, el 15 de agosto.
Después de la segunda
guerra mundial en Piazza Armerina, ciudad ennea a 700 m de altura, decidieron
valorizar un hecho histórico, uno de los más importantes de Sicilia: la
expulsión de los árabes y la conquista normanda de la isla.
Piazza Armerina, ciudad medieval
El centro
histórico, con sus calles de basalto, los estupendos palacios pertenecientes a
la vieja burguesía, sus amplias plazas, la catedral, el palacio de los Trigona
de Floresta, representan un motivo más para visitar Piazza Armerina. Además de
la Villa Romana del Casale y de Morgantina.
El Palio de los Normandos
Cada año, 600
personas se visten con ropa de época, las cuales representan los barrios
históricos de Piazza Armerina: Monte, Canali, Castellina y Casalotto.
El primer día por
la tarde en plaza Garibaldi, el gran magistrado, máximo representante del poder
judicial y de gobierno, entrega las armas a los caballeros de los distintos
barrios. Luego, el cortejo se dirige hacia la catedral, en donde en una
ceremonia religiosa se bendice a los caballeros y el magistrado dona una
lámpara votiva que se coloca a los pies del altar que custodia la imagen de la
Virgen de las Victorias.
Al día siguiente
damas y caballeros se reúnen en los lugares más representativos de cada barrio.
Desde aquí, acompañados por tambores y trompetas se dirigen hacia la catedral
para presenciar la entrega de las llaves de la ciudad y rendir homenaje al
conde Ruggero.
El tercer día se
desarrolla la parte menos histórica pero con más folclore de la manifestación.
En el campo deportivo los caballeros representantes de los cuatro barrios dan
vida a la denominada “quintana”, prueba de habilidad y destreza con caballos y
lanzas. El ganador de la prueba custodiará por un año la insignia que
representa a la Virgen de las Victorias.
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