domingo, 11 de marzo de 2012

El castillo de Sperlinga


Interesante ciudad, Sperlinga, famosa por la originalidad de tener un castillo construido en las rocas, que hoy ha sido revalorado y ofrece un recorrido por la cultura y la vida de otros tiempos.
El castillo albergó el arsenal francés en la revolución de los “Vespri” sicilianos en el año 1282. En el ingreso del castillo se lee la frase en latín “quod siculis placuit sola Sperlinga negavit” (lo que querían los sicilianos, solo Sperlinga lo negó). Esta frase hace referencia al momento en que toda Sicilia se reveló ante el despotismo francés, mientras Sperlinga se mantuvo aliada.

El castillo por dentro
El castillo era una fortaleza invulnerable, al cual se accedía por un puente levadizo y un estrecho pasaje en la roca. Hoy, al castillo se accede mediante un angosto puente. Se pueden visitar varios ambientes, como la escudería, en donde aún están los postes para atar los caballos, junto a una magnífica bífora gótica y una apertura muy pequeña, que servía para una eventual huída. También se puede visitar la sala en donde se fundían los metales, en la cual hay una enorme chimenea cavada en la roca. Un poco más distante se encuentra la iglesia dedicada a San Lucas, con restos del antiguo pavimento y la sacristía.

Otra de las habitaciones, una verdadera gruta, presenta en sus paredes doce agujeros, que hacen pensar en la representación de un reloj o un lugar de culto.
A través de las varias aperturas, se observa un plano inclinado por donde se descendían el trigo hasta un molino. En los alrededores se aprecian los pozos para acumular el agua que se recogía a través de canaletas cavadas en la misma roca.
Desde lo más alto del castillo, se divisa un inmenso panorama de los valles y elevaciones circundantes, lo que explica la importancia del lugar como punto de observación.

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